viernes, 31 de enero de 2014

¿Posee la enseñanza de Krishnamurti un método de estudio?


¿Posee la enseñanza de Krishnamurti un método de estudio?  A mi modo de ver no creo que exista un método para entender a Krishnamurti. Las razones son las siguientes:
Cuando tenemos miedo ¿seguimos un método para salir de él? ¿De qué manera podemos solucionar el miedo?
K nos insta a observar el miedo y en la observación no hay caminos, no hay medios. La observación directa hacia nuestra psiquis es una conexión lograda con el Ego Superior. Esa conexión si bien esta realizada por intermedio de los átomos permanentes de cada cuerpo sutil, se logra gracias a la fuerza akashica que existe en cada uno de ellos. Esta fuerza es inespacial y atemporal, por lo tanto cuando nos hacemos uno con ella estamos negando toda dirección y todo sentido.
Por lo tanto del miedo sólo podemos salir observándolo y entendiéndolo. No hay métodos para solucionar el miedo, no hay caminos. Los métodos de estudio sólo sirven para organizar conceptos, en esa organización se les da un orden a las ideas, se colocan de menor a mayor importancia para lograr los escalones hacia la iluminación.
Pero la iluminación es una cosa muy distinta, no sucede cuando nos destinamos o nos colocamos en una posición, cuando nos preparamos y cuando elegimos un tipo de marcha hacia algún lugar. Nada de eso nos trae la iluminación. Si no nos damos cuenta de qué cosas son las que interceden entre la luz y nosotros es inútil comenzar cualquier camino.
Si yo dijera que a Krishnamurti se lo puede empezar a estudiar por aquí o por allá, estaría negando la propia enseñanza de K.
A Krishnamurti se le llega a través de dolor y el dolor tiene sus propios caminos ocultos que la mente no puede comprender.
Necesitamos una mente nueva, fresca, un nuevo corazón, una mente inocente, joven, decisiva; y para tener una mente así, tiene que haber destrucción; tiene que haber una creación que siempre es nueva” [1]
¿Afrontaremos la destrucción de nosotros mismos mediante un método de estudio? ¿Es posible que sigamos empeñados en generar un orden externo mediante una mente desordenada?
Debemos desechar, cambiar, transformar nuestra mente. Pero instantáneamente surge la pregunta capital ¡¿Cómo?!
Krishnamurti  nos viene a destruir el CÓMO, su enseñanza destruye esa pregunta, no hay maneras de entender qué nos sucede, no hay formas para captar lo que nos sucede, sólo puede haber una total entrega al dolor y un ¡no negar la incertidumbre!
Krishnamurti nos ayuda a mantener viva la incertidumbre, ¿Por qué? Como humanidad estamos acostumbrados a solucionar los problemas, ya no es importante ni siquiera preguntarse porqué surgieron, lo importante es solucionarlos y cada vez más rápido. Los problemas molestan, pero el ser humano no entiende que cuanto antes solucione un problema más temprano llegara el próximo. ¿Qué hacer entonces?
Dejar que el problema se solucione a sí mismo, dejar que el problema carcoma  la mente, dejar que el problema la mate y la destruya, ¿Por qué? ¿no es acaso esto lo más insensato que pueda proponerse? No, no lo es, al contrario, el problema es el único que puede des-estructurar a la mente y mientras la mente se resista a él no habrá lugar a la transformación.
El problema, que aparentemente nos viene desde afuera, no es sino una energía atraída desde adentro, formulada y creada por nuestras falencias. Cuando el problema llega a nosotros atraído por nuestros propios pensamientos, queremos solucionarlo, exterminarlo a cualquier costo sin advertir que ese problema necesita llegar hasta el fondo mismo donde fue creado, el problema necesita llegar a destino, necesita cumplir su función que es eliminar al centro emanador del problema. Si esto no sucede, debido a que la mente ha recurrido a la tan acostumbrada formula de la evasión, entonces el problema como si fuese una ola detenida en el tiempo, comienza a cristalizarse alrededor del ser y el aura empieza a tomar tintes oscuros ya que ella misma está siendo de barrera que no permite que el problema llegue a su verdadero destino, el cerebro.
En síntesis, el cerebro, fuente emanadora de problemas, necesita recibir lo que envió, necesita “ver” aquello que generó y de esta forma logra desestructurarse, des-ordenarse.
Resulta que el tan llamado ORDEN que los seres humanos conocen no es sino un gran DESORDEN para el cosmos. En Isaías 55: 8 encontramos:Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos dice el Señor”. No se ha visto jamás en la tierra una flor que tenga forma de rascacielos, ni a un insecto con forma de avión, ni a un mamífero o cualquier otro animal con forma de automóvil. Las formas que los humanos crean con sus cálculos y estudios, son contrarias al orden natural. Por lo tanto si uno atiende a las formas que los seres humanos crean, entenderá que la mente está estructurada de tal manera que es anti-natural. La desestructuración de la mente humana es necesaria para que ella pueda generar formas armónicas y en concordancia con las leyes Divinas.
Ahora bien, ¿puede un método de estudio brindarme aquella desestructuración? ¿No es acaso la utilización de un método el seguir reafirmando ese ORDEN ANTINATURAL? Supongamos que sigo un método de estudio para comprender a Krishnamurti, podría preguntarse ¿es a K a quien debo comprender o a mí mismo? Porque si es a mí mismo entonces K no tiene importancia y no necesito llegar a él sino a mí mismo. Pero muchos pueden argüir que no comprenden a K y que por ello necesitan un método. La recomendación de mi parte es que lean a otro. A k no se lo aborda indirectamente, si la enseñanza de K no cala hondo dentro de uno, no hace mella en lo profundo del alma entonces es porque no es para uno, no hay más que eso.
Hay cosas que no son para todos, y así como hay muchos que no comprenden la Teosofía por más explicaciones que se les dé, habrá un sinfín de seres que no comprendan jamás en esta vida a Krishnamurti simplemente porque la fuerza del dolor no les ha abierto el alma para entenderlo.
Yo les recomiendo a aquellos que sí lo entendieron que no se rebajen a hacer demasiadas explicaciones de lo que es la enseñanza de K, es decir, que no realicen métodos de enseñanza de la enseñanza de K para aquellos que no lo entienden. Recuerden en todo caso que hay enseñanzas que no son para que la mayoría las entienda, veamos lo que dice Isaías:


“Yo oí la voz del Señor que decía:
"¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?"
Yo respondí: "¡Aquí estoy: envíame!"
"Ve, me dijo; tú dirás a este pueblo:

Escuchen, sí, pero sin entender;
miren bien, pero sin comprender
Embota el corazón de este pueblo,
endurece sus oídos y cierra sus ojos,
no sea que vea con sus ojos
y oiga con sus oídos,
que su corazón comprenda
y que se convierta y sane"
Yo dije: "¿Hasta cuándo, Señor?" Él respondió:
"Hasta que las ciudades queden devastadas, sin habitantes,
hasta que las casas estén sin un hombre
y el suelo devastado sea una desolación.
El Señor alejará a los hombres
y será grande el abandono en medio del país.
 Y si queda una décima parte,
ella, a su vez, será destruida.
Como el terebinto y la encina
que, al ser abatidos, conservan su tronco talado,
así ese tronco es una semilla santa"[2]


Necesitamos entender que estamos desordenados y nuestros métodos son hijos de ese desorden. Hasta tanto no entendamos eso seguiremos construyendo sobre arena. Krishnamurti no hablo para generar nada nuevo sino para destruir lo viejo. “El amor es destrucción” afirma en su diario íntimo y en cada charla enfatiza el poder que debemos darle a la consumación de las cosas, al término de este camino que hemos hecho como humanidad.
Una de las principales formas de entender su mensaje es descubriendo dentro de nosotros la verdad, entonces él se convierte en un reflejo de esa verdad. Si queremos encapsular a ese reflejo, si queremos sistematizarlo caeremos en la estupidez de negar las variadísimas  realidades internas de cada uno. ¿Qué método seguiremos para entender a Krishnamurti que no esté en pugna con la forma de ver de tantos seres que quieren despertar viendo la realidad de un modo diferente cada uno? Si la verdad es una tierra sin caminos no existe una forma, un camino, un método o lo que fuere que nos ayude a comprender a K, porque la única llave que nos ayuda a comprender a K es la aceptación de nuestro propio dolor. Si el lector toma cualquier libro de K y lo abre en cualquier hoja entenderá lo escrito de acuerdo al dolor que haya aceptado dentro de él. ¿No será esa la señal que demuestre lo innecesario que puede ser cualquier método, cuando la experiencia nos demuestra que es la propia fuerza interna la que abre el camino al entendimiento, alejada de cualquier sistema de enseñanza?

Lo que sí podemos hacer, es utilizar sus afirmaciones, sus discernimientos y sus cuestionamientos para generar nuestras propias ideas, nuestros propios análisis, nuestras propias síntesis, nuestra propia realidad. De esta forma estaremos entendiendo el mensaje de K, porque al ser creativos le daremos vida a su enseñanza.

Pero si queremos enseñarle a otro cómo debe estudiar a K estaremos cometiendo un gravísimo error. Porque la enseñanza de K no tiene niveles ni prioridades. Krishnamurti no prioriza un tema por sobre otro, no atiende más al tema de la AUTORIDAD que al tema del MIEDO, no prioriza al tema del DESEO por sobre el del ABURRIMIENTO.

Las flechas de Krishnamurti atacan en todo sentido desde un centro único, cada cual debe ser herido por la que le corresponda desde el lugar donde lo mire. Y de la misma forma que no se puede canalizar al sol sin perder millones de rayos, si intentamos hacerlo con la enseñanza de K negaremos gran parte de su discernimiento.


Nathan Elias Olivar

NOTAS
[1]. Krishnamurti. El Estado Creativo de la Mente. Cap. XX
[2]. Isaías Cap. 6