jueves, 30 de enero de 2014

Comprender la Rebeldia

¿Por qué razón peleamos tanto con el mundo de afuera?

¿Por qué ciertas actitudes, ciertas circunstancias, ciertas personas, injusticias a nuestro parecer, nos molesta hasta el punto  que nos saca de nuestro centro?

O sea, ¿de dónde viene ese grito interno que dice, “Basta, no aguanto esta situación, quiero libertad, igualdad” y todos los demás valores que se clama en cada marcha o protesta que vemos?

Es obvio que no importa cuántas veces se cambia de políticos en un país, la veces que se cambia de trabajo con el pretexto de querer uno mejor, o cambiar de casa, o romper una relación con alguien, ese grito, ese vacío inconsciente existe, y mientras tanto decimos que cambiamos las cosas mediante un cambio de escenario o llenándonos con cosas externas. Pero en realidad, nos estamos engañando. Tal como el doctor solamente trata los síntomas en vez de ir a la raíz, nosotros no hemos cambiado nada de nuestra psiquis para mirar las causas de nuestro padecer.

¿Y que serían estas causas? Cada cual debe saber. La clave está en observar objetivamente sus reacciones y pensamientos ante la situación.

 (…) Por eso es esencial que nos comprendemos a nosotros mismos, nuestro condicionamiento, la manera como hemos sido criados, como se nos educa, porque el gobierno, todo el sistema, es nuestra propia proyección. El mundo somos nosotros, el mundo no se halla separado de nosotros; el mundo con sus problemas  se proyecta desde nuestras repuestas, desde nuestras reacciones, de modo que la solución no radica en generar nuevas reacciones. Solo podrá haber una solución del problema, cuando haya acción que no sea una reacción; y eso es posible únicamente cuando comprendemos todo el proceso de respuesta a los estímulos, tanto de afuera como de adentro; o sea que comprendemos la estructura de nuestro propio ser, a partir de la cual se forma la sociedad. (…)

Krishnamurti, Obras completas tomo VI, origen del conflicto; página 172



¿Qué querrá decir Krishnamurti cuando dice “la solución no radica en generar nuevas reacciones”?

Veamos qué tipo de acciones se nos presenta como soluciones a nuestros problemas.

Si nos falta dinero, buscamos una manera de ahorrar o trabajamos más para que rinda. Si nos sentimos físicamente mal, generalmente tomamos unas pastillas o un remedio.  Si nos sentimos estresados, nos distraemos con alguna actividad para relajarnos. O si pensamos que x funcionario no hace un buen trabajo, lo remplazamos con otro.

Pero estas soluciones, ¿sirven para resolver el problema inicial o más bien las tapa para nuestra comodidad?

Usemos el ejemplo del dinero. Si no hacemos un presupuesto de todo lo que se gasta, (si gastamos en trivialidades o en cosas que realmente necesitamos) ¿cómo nos damos cuenta de nuestros errores económicos?

Volviendo a la rebeldía del mundo exterior y toda la frustración que nos causa, muchas veces, en vez de observar y entender porque pensamos lo que pensamos, o actuamos de cierta manera, nos tomamos un remedio psicológico, a sabiendas o no, de que ese remedio nos causa más daño que bien.

¿Qué son estos remedios psicológicos? Miremos que causaría que lo tomemos en primera instancia.

¿Qué hacemos cuando alguien o alguna situación nos molesta? Ya sea que todo aumenta menos el sueldo, o que la persona que cuidamos nos consume la paciencia, que no conseguimos las palabras para decir exactamente lo que nos pasa, etc.  ¿Lo ignoramos? ¿Substituimos un pensamiento para obviar la reacción que nos causa? ¿Qué es esa reacción? ¿Ira? ¿Rebeldía? ¿Indiferencia? ¿Fastidio? ¿Violencia? En fin, puede ser un sin número de reacciones que muchas veces no queremos ver, y por ende lo tapamos con un pensamiento que dice, “Eso no soy yo.” Ignorando el grito aquel que dice, “¡Basta de mentiras!”

Pero como no tenemos el valor para decírnoslo en el espejo, lo descargamos en el primero que se nos cruza. Por ende, la inseguridad, la falsedad, la falta de moral, y todo lo negativo que vemos, existe.

Toda rebeldía o depresión es en sí, una negación hacia aquello que no queremos ver en nosotros mismos.

Si no fuese cierto, ¿Por qué nos quejamos de nuestra situación, sin primero mirar qué mora en nuestra mente para que así sucedan las cosas?

No podemos cambiar, lo que no comprendemos. Y mientras sigamos sin comprender, ninguna acción externa lo hará por nosotros.

Escrito por: Luz Andara

“Esclavo es el que espera a que alguien venga a liberarlo.”

-          Ezra Pound